4 ejercicios para un vientre plano
Si te encuentras en plena cruzada para conseguir ganar la batalla a esa barriguita que aún sobresale y que te trae por el camino de la amargura, es momento de intensificar el plan y comenzar a practicar ejercicios para conseguir un vientre plano.
Ya lo hemos comentado en más de una ocasión, y es que, para conseguir objetivos como es el caso de un vientre plano, es necesario tener constancia y apoyarnos en una correcta alimentación, un programa de tratamientos estéticos y unos ejercicios cardiovasculares.
Para conseguir reducir el volumen de nuestro abdomen y eliminar ese pliegue que nos molesta, debemos quemar la grasa que sobra con ejercicios de cardio y ejercicios de tonificación. Hoy, te damos 4 ejemplos de éstos últimos para que los hagas cómodamente en tu hogar y así te resulte más sencillo seguir una rutina diaria. Verás que rápido comienzas a notar los resultados!
Ejercicios para un vientre plano
El objetivo de estos ejercicios es reducir grasa de la zona así como favorecer la tonificación.
Los que verás a continuación pueden entenderse como un plan de entrenamiento corto, destinando diariamente de 20 a 30 minutos para realizarlo de forma continuada, es decir, dejando sólo 20 segundos de descanso entre un tipo de ejercicio y otro, ya que de esta manera además estaremos haciendo un circuito seguido y trabajaremos un poquito de cardio.
Una vez completada la secuencia, y si aún tienes tiempo, descansa un par de minutos y repítelo nuevamente. Cuantas más repeticiones puedas hacer, antes se fortalecerán tus músculos y más grasa quemarás ya que el metabolismo estará activo por más tiempo. Pero ojo, si no estás acostumbrada es mejor que empieces poco a poco y sobretodo muy importante que estires la musculatura antes de empezar para evitar lesiones.
1. Sentadillas con variaciones. Combina las sentadillas comunes con aquellas en las que se incorpore un salto. De pie y con las piernas separadas y a la altura de las caderas, flexiona ligeramente las rodillas y comienza a agacharte con la espalda recta hasta conseguir un ángulo de 90 grados con tu rodilla, sin que esta sobrepase la punta del pie. La acción es como si te estuvieras sentando en una silla. Una vez en esta postura, sube a la posición inicial dando un salto mientras elevas los brazos hacia el techo.
2. Abdominales cruzados. Acuéstate en el suelo boca arriba sobre una superficie más o menos dura. Puedes utilizar esterillas o un par de toallas para no estar directamente sobre el suelo. Separa las piernas a la altura de las caderas y flexiona ligeramente las piernas, apoyando los pies en el suelo. Coloca las manos detrás de la nuca y levanta el tronco hacia uno de los lados. Rótalo hacia la rodilla opuesta mientras la acercas al pecho y mantén la posición un par de segundos. Realiza una serie de 15 repeticiones alternando los lados.
3. Plancha abdominal. Coloca una toalla para no hacerte daño en los brazos, ya que soportarán parte del peso. Túmbate en el suelo boca abajo apoyando los antebrazos en la toalla (o el suelo). Manteniendo las piernas estiradas (estas pueden estar juntas o separadas a la altura de la cadera) levanta los glúteos y el torso apoyándote en los antebrazos y en las puntas de los pies, y procura mantener con el cuerpo una línea recta y paralela al suelo. La primera vez que lo realices, calcula cuanto tiempo aguantas y ve poniéndote retos de aumentar en 2 segundos cada día. Mientras aguantas la posición, debes mantener el abdomen tenso y los glúteos prietos, de esta forma trabajarás más cadenas musculares.
4. Levantamiento de piernas. Para terminar la rutina, túmbate en el suelo boca arriba. Coloca las piernas y los pies juntos y con la espalda pegada al suelo, eleva las piernas rectas, manteniendo pies y rodillas juntas, todo lo que puedas. Permanece en esta posición durante 2 segundos y baja lentamente las piernas hacia el suelo, no las dejes caer ya que la fuerza que necesitas hacer para mantener esta postura está trabajando abdominales, piernas y lumbares y podrás fortalecer toda la zona. Si hacerlo tumbad@ supone mucho esfuerzo o dolor en la zona lumbar, este ejercicio también lo puedes hacer colgando de algún soporte como una barra fija, y levantar las piernas rectas y estiradas en forma de L creando un ángulo de 90º. Haz series de 10-15.
Recuerda, sé constante y paciente a la hora de obtener resultados, ya que los cambios son lentos y puede que tu cuerpo necesite más tiempo. Para ayudar a acelerar este proceso sigue una dieta saludable que contenga:
- Proteína animal: pollo, pescado, pavo, huevos…
- Proteína vegetal: espinacas, espárragos, calabacín, brócoli, alcachofa.
- Frutas y verduras frescas.
- Cereales integrales.
- Beber mucha agua.
- Evitar bebidas gaseosas, alcoholes y grasas.
Si además de ver el vientre abultado, tienes molestias o digestiones pesadas, acude a tu médico para que valore tu caso porque, aunque pienses que es un cúmulo de grasa, el motivo pueden ser líquidos y gases retenidos.
Por último, te recomendamos un tratamiento específico que apoye todo el proceso y te permita ver resultados más rápidos o ayude a mantener la nueva figura conseguida. Puedes descubrir más en este artículo o acercarte a nuestros centros para un asesoramiento gratuito totalmente personalizado. ¡No olvides pedir cita previamente!